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ABUELOS SUSTITUTOS

Breve Historial

Abuela busca nieto: Gran caudal de amor” recitaba un aviso en los clasificados locales el 29 de enero del 2005. Con esa simple oración, se iniciaba el viaje de Martha Chimento, fundadora de la ONG ‘Abuelos Sustitutos’, que desde entonces ha dedicado todas sus fuerzas y esfuerzos, a llenar un vacío en la vida de grandes y chicos.

 

Pero Martha se remonta a casi un año atrás de esa fecha, cuando en sólo un mes perdió a sus dos hermanos: allí ubica el germen de la iniciativa. Acéfala de familia, como ella misma se describe, tuvo que enfrentar su propia soledad. Con gran repercusión, la mujer acudió a los medios y encontró una nueva realidad. Los acercamientos a partir del aviso le demostraron que eran muchos los ancianos que buscaban a quién entregar, principalmente, su afecto.


Un largo tramo recorrió la ONG desde su fundación hasta hoy. Con más de 60 abuelos, y decenas de voluntarios que colaboran periódicamente, Martha describe de qué modo fue adoptada como abuela en incontables oportunidades por personas más jóvenes.


Sin embargo, los apacibles ojos claros de la mujer se llenan de lágrimas al advertir que tal vez no le quede demasiado futuro a ‘Abuelos Sustitutos’. Es que en sólo un año, el número de integrantes de la asociación civil se redujo más de la mitad: “Más que los abuelos sustitutos, parecemos los abuelos itinerantes” expresa Martha con tanta indignación como fatiga. Es que no ha sido una corta travesía.


Todavía nómades


Aunque la organización fue declarada de interés municipal en el año 2005 y cuenta con personería jurídica, jamás tuvo un espacio físico definido donde funcionar. Sin grandes colaboraciones del gobierno, ni un subsidio que los sostenga, este grupo lleva a cabo una larga lista de actividades en beneficio de la sociedad desde su propio bolsillo, y con la amabilidad de algunos más caritativos. Sin embargo, ese obstáculo parece no ser suficiente.

La lucha por poseer un lugar de trabajo y una identidad en la ciudad, dirigió a Martha y a los abuelos a las puertas del distrito Centro. Pero no se encontraban abiertas para ellos. Tras llevar su protesta -pancartas mediante- al Palacio Municipal, el intendente Miguel Lifschitz finalmente los recibió, prometiendo el espacio físico que tanto anhelaban para ponerse manos a la obra.


El 8 de julio del año pasado, el grupo fue trasladado a la calle Chacabuco 1371, donde también funciona un profesorado de escuelas de educación física. La inauguración fue con bombos y platillos: los abuelos prepararon 1500 banderas, repartieron caramelos entre los chicos, folletos, y festejaron su logro. Pero no fueron muy bien recibidos.


Las constantes agresiones tuvieron como resultado que sólo 6 reuniones pudieran ser llevadas a cabo en el establecimiento. El explícito descontento de los docentes del lugar por la utilización del salón multiusos para las reuniones, terminó por desanimar a Martha: “Luego de que desapareciera nuestra bandera, me acerqué un día y pregunté si molestábamos ahí. Me respondieron que sí, que ese salón tenía otras funciones, pero si veníamos después de las cinco de la tarde no habría problemas. ¿Cómo le puedo pedir a un grupo de personas mayores que en pleno invierno, estén en la calle pasadas las ocho de la noche? Conocemos nuestras propias limitaciones, nuestra integrante más grande estrenó hace poco los 90 años”. 


El golpe final para Martha fue cuando robaron del baúl de su auto, varios elementos de trabajo. Principalmente eran disfraces, con los que los abuelos se vestían para ir a repartir juguetes a los niños, y visitar a los chicos con leucemia en hospitales.


Estamos cansados de tocar puertas. Ya no sabemos a quién acudir. Tampoco queremos ser mendigos, lo único que no queremos perder es nuestra dignidad” cuenta Martha entre lágrimas, y resulta difícil no conmoverse. La posibilidad de que la ONG desaparezca va dibujándose cada vez más. Es que las reuniones semanales hoy se están llevando a cabo en un bar: “Le quita seriedad al proyecto, y nos limita la posibilidad de hacer cosas”, continúa Martha. Sin embargo, infatigable, invita a los que quieran sumarse al local de 9 de julio y Alem, todos los jueves desde las 16 horas. 


Sueños y proyectos


De dónde saca sus fuerzas esta mujer es un verdadero misterio. Más allá de los golpes y los obstáculos que estos abuelitos soportan, su lista de actividades para la comunidad parece inagotable. Y como si fuera poco, continúan llenos de sueños y proyectos.


El grupo comenzó su labor participando en los hopromes –hogares para chicos con problemas- del Padre Tomás Santidrián, donde ayudaban a los niños a hacer sus tareas, festejaban los cumpleaños, y hasta los llevaban al cine gracias a la colaboración del Monumental. Su trabajo es principalmente de contención, pero no queda allí.


También visitan al Hogar de Huérfanos, aunque desde la institución sólo se les dio permiso para ir a jugar con los chicos una vez por mes. Con el mismo régimen de visitas, los abuelos van a los geriátricos los días domingos, donde cuentan cuentos, llevan música y organizan bailes. También realizan lecturas en colegios públicos y participan de la Feria del Libro.


Y en una ya tradicional celebración, todos los 6 de enero agasajan a los niños. Este año, en el parque Urquiza, se proyectaron películas; gracias a un fabricante de juguetes ninguno se quedó sin regalo, y hasta se donó una torta de 50 kilos para festejar con los 150 chicos que acudieron al evento.


Una de sus iniciativas fue declarada de interés municipal por el Senado de la Nación: el programa 'Acortando Distancias', que se llevó a cabo con alumnos de la Técnica Nº 468. Este mismo colegio fue conocido por un episodio violento, en el que un grupo de estudiantes subió una filmación a YouTube destrozando las instalaciones, con repercusión a nivel nacional.


Sin embargo, la imagen que mantienen los abuelos de los jóvenes es completamente diferente. “Yo siempre digo –cuenta Martha- que en la medida en que a nosotros no nos importen los chicos, van a seguir germinando asesinos, violadores, ladrones. Los adultos somos los responsables. El verdadero problema es la indiferencia”. El cálido recuerdo de los adolescentes que participaron del programa, formó un vínculo que Martha aún mantiene.


Como si esto fuera poco, los abuelos acompañan a los niños (y a sus padres) sometidos a quimioterapia en el Hospital Provincial. El grupo, llamado los 'Abupayas', se acerca disfrazado a los niños y realiza pequeñas teatralizaciones. Además, contienen a los padres ante su dolor. Aunque ya varios de los chicos perdieron la vida por las enfermedades terminales que padecían, los abuelos no se dejan abatir.


Entre sus proyectos actuales cuenta la organización de un evento para ayudar a Nahir, una niña de 11 años que quedó cuadripléjica por atrofia muscular y debe afrontar un costoso tratamiento.


Un verdadero ejemplo de vida, como suele decirse. Pero 'Abuelos Sustitutos' podría afrontar su extinción si la indiferencia no cede. Está en nuestras manos y es nuestra obligación, como sociedad, no permitir que eso ocurra.


  nota publicada en 30N   POR ANA LAURA CARRIERES
31-07-2008 | 04:59

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